Construir una sociedad más justa e igualitaria des del respeto, es dar voz a la acción social creando redes para continuar el camino.
Es tiempo de efemérides. Bueno es celebrarlas si además sirven para avanzar. Estas letras son un acto de gratitud para grupos que cumplen años: como ECAS (20), Social.cat (15), el Diari de l’Educació (12), los veintitantos de Area Besòs o Línia xarxa y otros muchos lugares donde se crean debates para el compromiso, algo tan fundamental para el futuro. Existen editoriales que cubren un trecho importante de las vidas, son un altavoz de problemas que se empeña en conseguir conquistas democráticas. Auditorías del ruido que descubren señales no deseadas que se mezclan con las útiles para enmascarar la comunicación, diría Kahneman; su intención es reducirlas al máximo y fomentar un juicio óptimo.
Dar una opinión es decir lo que se piensa sobre un tema, narrar es explicar una historia. Muy parecido, pero no es lo mismo porque inclinar a la gente a tomar tu propia postura es arriesgado. Exponer bien una noticia es presentar una crónica al alcance de la mano y con la percepción de sus protagonistas para hacer crecer valores (suelen resultar lecciones satisfactorias). Empeñados en mejorar las cosas, las opiniones bien valoradas saben captar el momento histórico de lo que hay y de lo que hace falta. La lectura de un artículo ventajoso nos acerca a la comunicación más próxima -y a la más lejana- con mucha memoria, compartiendo recuerdos de comunidades enteras, ilusionadas y dispuestas con sus proyectos a transformar las desigualdades con diálogo y colaboración. Comunidades de aprendizaje que velan por las palabras.
Interpretar la realidad de los acontecimientos a partir de la biografía de sus miembros se llama prosopografía: una técnica de investigación que ofrece posibilidades al exponer las emociones de quienes participan en los sucesos (ocurre también en las colaboraciones cuando presentamos nuestra ficha profesional con el inventario de conocimientos y relaciones). Tal vez las nuevas tecnologías permitan la expansión de esta forma singular de estudiar los hechos comunes; es como seguir un rastro para remontarse más allá de las fuentes con una dinámica que no muestra tanto el objeto como las energías que se mueven alrededor.
Así lo propone Darren McGarvey cuando sugiere que “para entender mejor las estructuras hace falta introducir las prácticas humanas”, una perspectiva que ayuda a explorar adecuadamente los fenómenos antes de actuar. Plantear incluir “la experiencia viva” en los procesos de construcción de los programas sociales es prevenir que la desconexión sea muy profunda. A menudo leemos cuestiones que se manifiestan como novedad y no lo son; lo interesante es el acercamiento a “la otra gente”, para otorgarle el papel principal y desarrolle su propia descripción (una cuestión demasiado grande para este espacio tan pequeño). “Porque hace falta comprender el mundo para frenar la ley del más fuerte”, comentó el gran Mayor Zaragoza. “No hagáis nunca lo que nos están haciendo aquí”, reflexionaba Primo Levi sobre el genocidio; soportar el riesgo de un retorno a la oscuridad tiene como diferente que antes la barbaridad se ocultaba y ahora no.
Aprender de las vivencias requiere un método adecuado, tarea difícil si no contamos con la fluidez del talento colectivo. Los relatos del movimiento obrero son piezas de un museo que muchas veces han sido simplemente trovadas a la manera de la tradición oral –en las calles-. La Federación de Asociaciones de Vecinos de Badalona cumple 50 años, han llegado hasta aquí invirtiendo el dolor en una didáctica de la alegría para ofrecérsela con entusiasmo a las nuevas generaciones. Voces para una felicidad pública.
Feliz año.
Francesc Reina